El lince no se extingue.

Hace días que no escribo en mi blog. Demasiado trabajo, supongo, demasiada actividad en estos últimos días. Una afonía galopante casi me deja sin poder conversar con Antón Castro en su programa (este domingo se emite) y todo por el uso y el abuso del aire acondicionado mientras doy clases en la academia (y como no puedo estar callado ni ser silencioso...).

Quería empezar rindiendo honores al "lince de Parla". Magnífico, como siempre. Le dan una oportunidad y... bang, vence por k.o. y se convierte en uno de los pocos capaces de ser campeones en dos pesos distintos. Enhorabuena, lince, enhorabuena Castillejo.

Más deporte: este tour está loco. Si al final gana Landis ya no voy a saber nada de nada de deporte. Lo del CSC no tiene nombre, Sastre tiene para todo, incluso para plantearse alguna manera de pedalearle en la car a su director. Lamentable fue su actitud. Aún así espero que hoy Pereiro dé la sorpresa y sepa tomar las alas de su amarillo. Mucha suerte campeón.

Los días pasan en este verano tremendamente caluroso. La tormenta de hace un par de días trajo la desolación a nuestras vidas por las pérdidas acaecidas (eso sí, materiales, aunque de gran componente sentimental). Leo y leo todo lo que cae en mis manos. La poesía (in)completa de Buscarini editada por los 4 de agosto es un buen remedio contra el calor. Los hermanos Marín han hecho un buen trabajo, y extiendo mis felicitaciones al resto de los miembros de la editorial por su edición. Muy bien.

Hoy toca día de piscina. Si la afonía me lo permite y no se resiente (o noto que lo hace) no me va a sacr de ella nadie. Ni el lince de Parla podría...